Siempre se ha dicho que un vendedor tiene que meterse en la mente de su cliente, averiguar sus necesidades reales, los estímulos que influyen en sus decisiones, las emociones que dominan sus impulsos. Ahora, expertos en mercadotecnia empiezan literalmente a conseguirlo con el denominado neuromarketing. Estas prospecciones de mercado no sólo trabajan con respuestas conscientes de los clientes en encuestas o grupos focales, sino que también quieren saber la influencia del subconsciente en la toma de decisiones con tecnologías de estudio de la actividad cerebral. En definitiva, meterse en la mente del cliente.
Las técnicas neurocientíficas obtienen información sobre procesos mentales inconscientes. Esto es importante por que al menos el 85% de nuestras decisiones se toman de manera subconsciente y, como máximo, un 15% de nuestras decisiones son realmente conscientes. Así, la mayoría de decisiones de compra están mediadas por estímulos subconscientes no verbalizados en encuestas o grupos focales. Para evitar esta circunstancia, el neuromarketing usa tecnologías médicas como la Encefalografía, la Resonancia Magnética Funcional, la Magnetoencefalografía o la Tomografía de Emisión de Positrones. A través de estas técnicas se ha estudiado también cómo influye la música en los compradores; o el color, con respuestas fisiológicas diferentes según sean fríos o calientes. (artículo completo)