Nada más estallar la crisis económica allá por el año 2007, Diego Cañas Gutiérrez, gerente de una empresa de componentes electrónicos industriales, vio con claridad que las oportunidades a corto y medio plazo se iban a dar en el mercado exterior, e incluso, la supervivencia se iba a lograr vendiendo fuera. En esta entrevista explica algunas de las conclusiones extraídas de ese proceso de adaptación a nuevos mercados y un análisis de cómo hay que afrontar una estrategia de internacionalización. Sin embargo, y aunque en cierto modo parezca paradójico, defiende la importancia de los mercados locales en las estrategias globales.
Diego Cañas es consciente de que con el mercado interior en una situación de parón del consumo, "la solución hay que buscarla fuera, tanto en mercados con un poder adquisitivo mayor por parte de la población como en economías emergentes que necesitan tanto componentes industriales como servicios para poder desarrollar sus cada vez más potentes industrias". Cañas señala que "el sector exportador es quizás el único que ha logrado salvar la situación de crisis y ha vuelto a niveles similares a los anteriores al estallido de la burbuja inmobiliaria y la crisis financiera". Según este empresario, para lograr el éxito en el mercado exterior, "la estructura de la empresa, tanto a nivel productivo como comercial, ha de plasmar esa nueva vocación exterior de la compañía, con personal que se dedica exclusivamente a esa faceta". (Entrevista completa)
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